La roca, el gesto y la herramienta

La roca

Poner al día luego aplicación de los mármoles se hizo con ayuda de métodos y técnicas probados al compás de las edades, sin cesar transmitida y mejorados. Las perforaciones de la mina dividen la materia, anchos resplandores del pico que las retira., las vivas estrías de las puntas que las abren y las igualan: cada etapa de un lento cambio imprimió marcas profondent o ligeras, la del gesto que realiza, dimensión ocultada, olvidada pero colosal y profundamente humana del obra futuro.

El mármol se encuentra por capas y por masas, que son a veces muy gruesas y muy considerables; las que son las más próximas a la superficie de la tierra son las menos buenas comúnmente, llenando con rajas, con los gersures y de lo que los albañiles monumentales llaman terrazas, o venas de una materia extranjera, que lo paran e impiden que se pueda trabajar con éxito.





El gesto

Tamaño mide desplazamiento

Por el final que entra en la roca y que hay la apertura ella es un poco más grande que por el medio: había una pequeña punta muy a este final, a cuatro esquinas.
un hombre tiene la esquirla y lo vuelve poco a poco, mientras que dos otros afectan con dos grandes martillos de hierro para hacerlo entrar. Y cuando han hecho un todo de la longitud de la esquirla y un pie y mitad o dos pies de profundidad, el agujero se hacía profundo a proporción que la roca es grande, llenan este agujero de polvo, lo paran a continuación con yeso, sólo dejando una pequeña apertura a la cual ponen una mecha, y cuando quieren aplicar la mina ellos encienden esta mecha, se retiran y se ponen a cubierto jusque' para que haya jugado y haya hecho su efecto.







Herramientas, levantamiento y transporte

Máquinas listas

Para levantar y desplazar pesadas partes de mármol, se inventaron algunas máquinas tan listas que curiosas, como esta grúa a brazo pivotante concebida para el embarque de columna. Grabado extraído de los instrumentos matemáticos y mecánicos de Jacques Besson 1594.


La última transformación de la materia, confiada a los albañiles monumentales, destacaba de técnicas tan antiguas y tan complejas que las canteros. Si enumerarse todas no pueden, lo recorta y de exponerse el pulido de los paneles valen, ya que ofrecen una reseña sumaria del arte de la marmolería. Pulir, o también reformar todo lo que puede ser contrario a la exactitud, a la pureza y a la elegancia del estilo, da al mármol su último aspecto brillante de una lengua unida y luminosa, así apreciado en los palacios de Dios y los hombres.

La confección de los mármoles después de producción obedecía siempre al mismo principio: acercar el plan o la forma por un desbaste cada vez más preciso luego precisar y pulir. La elaboración de placas era la operación más común, ya que cargarse en cuenta podían a continuación en los múltiples paneles, tablas o vendas, aptas a numerosos empleos. Era pues necesario serrar los bloques y tramos de grosores determinados, lo que pedía competencias particulares, so pena de pérdidas importantes.

El levantamiento, o puesta completamente, se hacía a la doble punta, al gradine, luego a las tijeras, sobre las placas y pequeñas partes dónde era necesario cortar los defectos y asperezas sin afectar demasiado difícilmente. Para las partes llenas o más fuertes y para el enfoque definitivo, se utilizaban la escoda o el marteline, con las cuales las superficies eran fino mant jalonadas y unidas.

los aprendices efectuaban el pulido, en los albañiles monumentales, y los obreros en los talleres familiares, se llevaban por mujeres y niños. Se efectuaba como el aserrado por fricción, pero era necesario pasar de abrasivos gruesos, que lijaban o comían las partes, al la más finos que los glosaban. Además de la arena silícea, podía tratarse de piedras que deben afilarse inicialmente y de piedra, de esmeril a continuación.



A apuestas los bloques se serraban en los almacenes del rey, por obreros bajo los órdenes del director o por cuenta de los albañiles monumentales, luego allí o en taller, ellos se perfilaban, tallados y pulidos, transformados en carpas, frisos, cornisas, barros balaustres, chimeneas, marcos, altares, los paneles, losas o cuadrados, como lo ilustra este grabado de la enciclopedia de Diderot y Alembert de 1773, presentando el almacén el lo más cerca posible del Louvre.
Bosquejo de un carro construye en 1820 para el transporte de una columna de alrededor 7 metros de longitud desde las carreras de Caunes. Una fijación de ocho bueyes estaba prevista al plato.